El proceso de creación de una película documental se comienza identificando una idea potente que resuena en el cineasta. Esta idea única se reconoce por su capacidad para provocar una respuesta emocional y un impacto significativo en el autor. La película surge de diversas fuentes: una persona, un acontecimiento, un hallazgo o una reflexión. La motivación para transformar esta idea en película puede ser personal, creativa o política, impulsando al cineasta a compartir su visión única con el mundo con los potenciales espectadores.