Al igual que con la imagen, la segunda fase del diseño sonoro se cierra con la posproducción. Este diseño incluye la ambientación sonora, la interpretación de las voces, la incorporación de la banda sonora musical o los efectos sonoros para potenciar el trabajo realizado en el montaje. Por último, las mezclas aportan la sutileza de los planos o capas sonoras y la dimensión sensorial del film.