Toda película documental es una investigación, un viaje en el que exploramos un lugar desconocido, geográfico y/o humano, en el que hemos de sumergirnos para encontrar la mejor manera de contar esa historia. En este punto, el cineasta se abre al mundo real para aproximarse a las personas con las que trabajará en su película, en quienes reconocerá a los personajes de la historia. Paralelamente, comienza un exhaustivo estudio sobre el tema a desarrollar y la búsqueda de referentes estéticos con el objetivo de encontrar una mirada única y coherente.